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Casita Carey
PREESCOLAR
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En el corazón de Barranquilla nace un lugar diseñado con amor, fe y propósito: Casita Carey, un preescolar donde cada rincón inspira curiosidad, autonomía y alegría.
Aquí los más pequeños no solo aprenden, ¡viven experiencias que despiertan su mente, su corazón y sus valores!
En Casita Carey, unimos lo mejor del mundo Montessori con una educación integral moderna —lo llamamos “Método Vivencial Carey”—, un enfoque que combina la libertad de explorar con la guía amorosa de nuestros maestros.
Porque en nuestra Casita Divertida Carey, los niños aprenden haciendo, tocando, riendo… y creyendo que Dios los hizo capaces de todo.
Nuestro Método de Enseñanza
En Casita Carey desarrollamos un modelo propio: el Método Vivencial Carey, una propuesta que une lo mejor del método Montessori con una educación integral guiada por valores cristianos.
Esto significa que el aprendizaje ocurre a través de la experiencia, la exploración y la guía amorosa del maestro, en equilibrio entre libertad y orientación.
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Del enfoque Montessori tomamos la exploración libre, el respeto por el ritmo de cada niño, los materiales sensoriales y la autonomía en las actividades.
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De la educación integral cristiana tomamos la formación en valores, el acompañamiento emocional, la estructuración de rutinas, la enseñanza guiada y el aprendizaje colaborativo.
Así logramos un balance perfecto: un espacio donde los niños piensan, sienten y actúan con propósito, reconociendo a Dios como fuente de toda sabiduría.
Espacios para crecer en libertad
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Gimnasio Infantil: promueve la motricidad y el equilibrio, ayudando al niño a fortalecer su cuerpo, su confianza y su sentido del logro.
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Patio y Parque de Juegos: un entorno seguro donde aprenden a compartir, trabajar en equipo y disfrutar la creación de Dios.
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Zona de Comida: enseñamos hábitos saludables, gratitud y buenos modales, reconociendo que cada alimento es una bendición.
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Salón de Sueño: un lugar tranquilo donde los niños descansan, se relajan y aprenden que el cuidado de sí mismos también es parte del amor de Dios.
Nuestros Espacios Educativos
Cada espacio en Casita Carey fue diseñado con intención pedagógica y espiritual, integrando la luz, los colores y los materiales para inspirar curiosidad y paz. En el rincón de Matemáticas y Lógica, los niños descubren el orden perfecto de Dios a través del juego; en Ciencia y Exploración, aprenden a cuidar Su creación; en Música y Expresión, celebran la alegría de adorarle con ritmo y movimiento; y en Lectura y Cuentos, fortalecen su lenguaje y corazón con historias que enseñan valores. Además, en la Zona Divercity Carey viven experiencias reales que los preparan para la vida, comprendiendo que cada profesión y tarea tiene un propósito y es una forma de servir a Dios.
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Casita Carey – Donde la educación tiene propósito eterno
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El inglés se enseña de manera natural a través de canciones, juegos y rutinas cotidianas.
Buscamos que los niños comprendan el idioma sin temor, desarrollando confianza y habilidades de comunicación desde los primeros años. Nuestro objetivo es formar pequeños bilingües con valores firmes y espíritu servicial.
Las jornadas comienzan con oración, las risas se mezclan con canciones que hablan de Dios, y los valores como la gratitud, el respeto y la empatía se viven en cada gesto. En Casita Carey, la educación tiene propósito eterno: formamos niños seguros, felices y agradecidos, que aprenden a pensar con claridad, actuar con bondad y caminar con fe.
Porque cuando Dios guía el aprendizaje, cada experiencia se convierte en una huella de amor que dura para siempre.
Casita Carey es mucho más que un preescolar: es el lugar donde los más pequeños comienzan a soñar, a creer y a descubrir el mundo con ojos de fe. Cada espacio ha sido creado con amor para que se sientan seguros, felices y profundamente amados, mientras aprenden y crecen rodeados de alegría y propósito.
Aquí todo tiene sentido: cada canción cristiana, cada devocional, cada oración y cada palabra de amor siembran en ellos una fe viva y auténtica. Desde pequeños aprenden a amar a Dios, a confiar en Él y a reconocer su presencia en cada detalle.
En Casita Carey no solo formamos estudiantes, formamos corazones. Nuestra misión es inspirar generaciones que sirvan con excelencia a Dios, a la familia y a la patria. Porque cuando un niño crece con fe, ¡todo su futuro se llena de esperanza!